En este artículo te vamos a mostrar lo que es el efecto Streisand y todo lo que debes saber para no sufrirlo.
¿Qué es el efecto Streisand?
El efecto Streisand es un fenómeno que se origina cuando un efecto de encubrimiento o de censura de cierta información fracasa y acaba produciendo el efecto contrario. Este efecto es que, en lugar de lograr la censura, se consigue que la información acabe mejorando su visibilidad acabando convirtiéndose en algo viral.
¿Cómo se originó el efecto Barbra Streisand?
El origen del efecto Streisand debe su nombre a la actriz Barbra Streisand.
En 2003, el fotógrafo Kennet Adelman se encontraba tomando fotografías para demostrar la erosión que estaba sufriendo la costa californiana. Sin quererlo, el fotógrafo en una de sus instantáneas mostraba una casa de la que desconocía su dueño por completo.
La casa en cuestión era la de Barbra Streisand quien alegando que se estaba vulnerando su privacidad al ser tomada una fotografía de su casa sin su permiso llevó a cabo una denuncia multimillonaria.
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Barbara Streisand trato de eliminar la fotografía de Internet a través de la denuncia, sin embargo, el efecto fue del todo contraproducente. La noticia salió a la luz debido a la demanda y la imagen en cuestión se volvió viral en todos los medios de la época.
Lo que en un principio trataba de encubrir su casa, acabó por convertirse en una de las casas más conocidas del país.
Efectos Streisand a lo largo de la historia
A pesar de que pueda parecer algo de lo más extraño lo cierto es que el efecto Streisand acaba siendo más habitual de lo que muchos querrían.
Cuando se censura algo parece que esto genera un mayor interés en el público.
3 ejemplos del efecto Barbra Streisand
Uno de los casos más populares sucedió en España con la revista El Jueves. Esta revista satírica publicó un dibujo con quienes ahora son los reyes de España en pleno acto sexual. La Casa Real consiguió que se censurara la publicación y que se retirara tanto la imagen como esa revista en cuestión.
Una vez más se consiguió el efecto contrario. No solo consiguieron que la imagen se volviera más viral, si no que la revisa que las personas habían podido comprar en su momento empezaron a cotizarse en el mercado de segunda mano.
Otro ejemplo parecido fue cuando la Iglesia de la Cienciología eliminó un vídeo de Tom Cruise debido a los derechos de autor. Este video en cuestión era una campaña en contra de la cienciología y, cuando el vídeo fue objeto de dicha censura llegó a acumular un total de 12 millones de reproducciones.
En 2014, en una guerra más librada por los taxis y la compañía Uber tuvo lugar otro efecto Barbara Streisand. En este caso los taxis llevaron a cabo una protesta en Londres contra Uber y bloquearon el tráfico en los puntos clave de la ciudad. Lo único que consiguieron en ese día es que la aplicación de Uber tuviera muchas más descargas y clientes en todo ese día.
De todo esto podemos deducir que la atracción por lo prohibido se encuentra dentro de la naturaleza del ser humano. Cuando algo se vuelve prohibido acaba resultando más interesante y parece atraer la atención de una mayor cantidad de público. A día de hoy y, a la velocidad con la que circula la información, esto puede ser un problema a tener muy en cuenta.
Por otro lado, sabedores de este efecto, muchos expertos en marketing han aplicado los resultados de este efecto en muchas de sus campañas. Sabedores de que en una gran mayoría de casos se consigue una mayor repercusión a través de este método, ha habido muchas campañas de marketing a lo largo de la historia que han aprovechado esta coyuntura.
Cómo evitar caer en el efecto Streisand
Caer en el efecto Streisand es bastante habitual y tentador.
La naturaleza humana muchas veces nos indica que censurar, eliminar o apartar es la mejor solución cuando no queremos que algo se sepa. Sin embargo, como hemos visto, a veces esta no acaba siendo la mejor solución y puede acabar generando un problema mucho más grande.
En este caso, para evitar caer en el efecto Streisand, lo primero que tenemos que hacer es valorar si realmente queremos eliminar información de Internet. Hay que analizar en qué medios se ha publicado o la repercusión que pudiera tener.
Si la noticia no ha sido publicada en medios muy relevantes es bastante posible que esta no llegue a causar un efecto tan devastador como el Streisand, por lo que simplemente la podemos dejar pasar y mirar para otro lado.
Debemos de valorar el impacto que tiene en nuestro público objetivo y valorar si merece la pena rectificar.
Dependiendo de la respuesta que tengan estas cuestiones sabremos si merece la pena censurar o no la noticia. Aunque nos duela, ignorar este tipo de noticias suele ser una de las mejores soluciones.
Muchas de las personas que publiquen cosas sobre nosotros estarán buscando la provocación y pretenden ganar su minuto de gloria a base de que nos moleste y perdamos tiempo en contestarlas. El mejor desprecio es no hacer aprecio y, probablemente, sea la mejor solución para la gran mayoría de los efectos Streisand que podamos sufrir.