El proindiviso puede suponer un problema cuando se tienen que repartir bienes y herencias, por este motivo, te contamos en este artículo todo lo que puedes hacer y debes saber acerca del proindiviso.
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¿Qué es un proindiviso?
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Un proindiviso tiene lugar cuando la propiedad de una cosa o de un derecho es poseída por varias personas. Un ejemplo de proindiviso sería cuando cuatro personas diferentes compran todas una misma vivienda.
El problema reside en que la copropiedad se concreta dentro de una parte exacta de la vivienda, es decir, no hay una persona que sea la propietaria de la cocina, otra del salón, otra del comedor… Estas personas contarían con una cuota abstracta, básicamente un porcentaje en proporción a su propiedad.
En el ejemplo anterior donde cuatro personas compraban un piso, cada una de ellas sería propietaria en pleno dominio de un 25% de este. Por supuesto, no es necesaria la compra de ningún inmueble, esté perfectamente puede estar heredado.
¿Cómo funciona el proindiviso?
El proindiviso establece que se dispone de una cuota del total de la casa, cuota que depende del porcentaje que tiene cada persona como hemos visto en nuestro ejemplo anterior.
Por supuesto, cualquier parte propietaria de la cosa podrá disfrutar de esta en su totalidad siempre y cuando el uso sea adecuado y no se impida el disfrute de esta al resto de copropietarios.
Es importante tener en cuenta el artículo 395 del Código Civil. Este artículo dice que todos los copropietarios tendrán derecho a obligar al resto a contribuir a los gastos de conservación que deriven de la propia cosa. Únicamente podrá eximirse esta obligación a aquellos que renuncien a su parte.
¿Qué inconveniente tiene una escritura proindiviso?
Una escritura en proindiviso puede suponer varios problemas.
Uno de los más frecuentes es que uno o varios copropietarios de esta se nieguen a su venta. Esto es un problema de lo más habitual, imagina en nuestro ejemplo anterior que el piso es heredado y dos copropietarios quieran venderlo mientras que los otros dos no.
De cara a resolver estos problemas es recomendable agotar todas las vías amistosas posible. Esto se debe a que siempre se pueden acudir a los juzgados, pero se trataría de una vía más larga que sería perjudicial para todos. Una opción siempre es vender la parte del proindiviso a un tercero. Existen empresas especializadas en la compra de estos proindivisos.
Recuerda que cada copropietario no está obligado a vender, ni tampoco a no hacerlo. Cada uno de ellos tiene total legitimidad para tomar la solución que más le interese.
¿Cómo deshacer el proindiviso en una herencia?
Los proindivisos son habituales en las herencias, por ejemplo, cuando un piso lo heredan varios hermanos. A la hora de llevar a cabo una disolución de un proindiviso hay que tener en cuenta si el bien es divisible o si no lo es.
Cuando el bien es divisible se puede repartir cada una de las partes a los copropietarios. Imagina una finca de cultivo con 400 hectáreas, resultaría sencillo repartirla en diferentes partes para cada nuevo propietario y así acabar con el proindiviso.
Cuando se trata de un bien indivisible hay varias opciones, por ejemplo, mediante el acuerdo de los comuneros. En este tipo de acuerdo se le adjudicará a un copropietario la cosa común indivisible y este deberá de indemnizar a los demás por el valor de su cuota, básicamente, como si les estuviera comprando su parte.
Otra opción pasa por vender el proindiviso a un tercero y repartir el precio de este entre los copropietarios. El problema reside si no existe el acuerdo de los comuneros. Como hemos mencionado en el apartado anterior. En este caso deberemos agotar todas las vías amistosas o no quedará otro remedio que ir al juzgado.
Diferencia entre proindiviso y condominio
En términos jurídicos no existe ninguna diferencia entre el proindiviso y el condominio. Sin embargo, la principal diferencia que existe entre ambos es que estas acepciones hacen referencia a la posibilidad de dividir una cosa o no.
El proindiviso hace referencia a una propiedad que no se puede dividir, por ejemplo, una vivienda que de forma física no se puede dividir. Por otro lado, el condominio hace referencia a una propiedad que sí que se puede dividir, en este caso, el terreno mencionado en los ejemplos anteriores.
