Si quieres conocer todo sobre la Due Diligenge y sus diferentes tipos en este artículo te vamos a mostrar todo lo que necesitas saber al detalle.
¿Qué es una Due Diligence?
Una Due Diligence es un proceso de investigación que se lleva a cabo para determinar los riesgos reales con los que cuenta una empresa.
Durante este proceso de investigación se recopila la información de la empresa y se pretende analizar la realidad de la situación de la empresa que se encuentra viviendo.
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Este proceso suele llevarse a cabo de forma habitual cuando existe un comprador o inversor potencial. En aras de querer saber como se encuentra la compañía en cuanto a su estado financiero se refiere, se lleva a cabo este proceso para conocer el riesgo que puede entrañar la inversión.
Ese es el principal objetivo de llevar a cabo una Due Diligence, disminuir el riesgo que sufre un inversor a la hora de pasar a formar parte de la compañía. Gracias al estudio detallado que se lleva a cabo por parte de la Due Diligente este puede tener una información o punto de vista diferente que antes desconocía.
Es importante tener en cuenta algunos factores a la hora de hablar de la Due Diligence.
En primer lugar y como resulta obvio, se trata de un estudio llevado a cabo por parte de una compañía externa. Por otro lado, tampoco se puede realizar así porque sí, es necesario contar con el consentimiento expreso del dueño de la compañía.
Por lo demás, este deberá de facilitar el proceso de la Due Diligence para que se pueda realizar en la menor cantidad de tiempo posible y, a ser posible, sin que se interrumpa nunca la actividad principal de la empresa.
¿Cuándo se lleva a cabo una Due Diligence?
De forma habitual el proceso de Due Diligence se lleva a cabo para cada transacción comercial en la que se necesite conocer el estado financiero de la empresa. Más allá de estas transacciones comerciales, este proceso se puede llevar también a cabo dependiendo de si la operación incluye alguna de estas variables.
Lo primero, si se van a comprar adquisiciones corporativas de la empresa. También se lleva a cabo si se van a comprar bienes inmuebles o cualquier otro tipo de bien que tenga valor. También se llevará a cabo cuando se trata de una compra de fondos mutuos y, por supuesto, siempre que se vaya a llevar a cabo una fusión entre empresas.
Como puedes imaginar este proceso de Due Diligence se lleva a cabo antes de la firma de cualquier acuerdo.
El objetivo es verificar la presencia de algún riesgo y valorar de esta forma la forma de llevar a cabo la operación.
Tipos de Due Diligence
Dependiendo del propósito o la naturaleza de la Due Diligence nos encontramos ante diferentes tipos. Vamos a ver algunos de los más comunes para conocerlos un poco mejor y ver cuando se pueden llevar a cabo:
Due Diligence legal
La Due Diligenge legal se lleva a cabo para comprobar la situación en la que se encuentra la empresa en cuanto a litigios o procedimientos legales en los que se encuentre involucrada. Además, también se lleva a cabo para poder identificar cualquier riesgo legal que pudiera tener la operación por cualquier problema que pudiera tener la empresa.
Esta Due Diligente legal se lleva a cabo en diferentes áreas de la empresa, desde las áreas administrativas hasta otras que tienen que ver con la corporación, el área contractual o en cuestiones de propiedad industrial.
Due Diligence financiera
Esta es una de las Due Diligences más habituales y, como puedes imaginar por su nombre, el objetivo es conocer el estado financiero de la propia empresa.
A pesar de que la Due Diligencia financiera se asocia habitualmente a la búsqueda de riesgos potenciales para cualquier tipo de operación, lo cierto es que también trata de buscar oportunidades.
De esta forma trata de analizar la viabilidad económica de la empresa, evaluar su plan de negocio, tratar de comprender su histórico operativo o la deuda con la que cuenta.
Son muchos los aspectos que se pueden tener en cuenta y varían dependiendo de la naturaleza de la empresa y de su propia posición. Mientras que algunas veces esta Due Diligence se lleva a cabo porque la empresa se encuentra en apuros financieros, en otras ocasiones lo único que se busca es tratar de comprender mejor su entramado económico.
Due Diligence laboral
Con la Due Diligence laboral lo que se busca es hacer un análisis a la forma en la que se adecúa la empresa a la legislación vigente con sus trabajadores.
En esta Due Diligence se llevará a cabo la revisión de toda la documentación social, así como el análisis en temas de Seguridad Social.
Se buscará si se encuentra al día en sus obligaciones y, por supuesto, también revisará el sistema de retribución con el que cuenta, así como los posibles convenios colectivos y otros aspectos de carácter laboral.
Con esta Due Diligence nos podemos hacer una idea del estado y felicidad de los trabajadores dentro de la empresa y conocer si existen planes de seguros, pensiones, etc.
Due Diligence reputacional
Viviendo en un mundo globalizado en donde internet cada vez tiene una mayor importancia, la reputación corporativa es un aspecto fundamental. Para medir y entender bien la reputación con la que cuenta una empresa existe la Due Diligence reputacional.
Gracias a esta Due Diligente podemos saber a que temáticas se vincula la empresa, qué es lo que se habla de nuestra marca, los motivos por los cuales se habla de algo o directamente saber de donde ha podido aparecer algún rumor sobre el negocio que afecte a nuestra reputación online.
La Due Diligente reputacional nos permitirá saber mucho mejor lo que opinan de nuestra empresa desde fuera y también saber la visión que tienen de nuestro negocio.
Esta es la forma más sencilla de poder medir y conocer la reputación de la empresa y, por supuesto, de poner remedio a todos aquellos aspectos que lo necesiten.
Las Due Diligence son importantes para tener una visión de nuestro negocio desde diferentes puntos y también para dar seguridad a terceros a la hora de hacer alguna acción concerta.