Que es el derecho penal y como protege tu reputación

En este artículo te vamos a explicar lo que es el derecho penal para que puedas aprender cómo te protege.

¿Qué es el derecho penal?

El derecho penal es un conjunto de normas a través de las cuales se establecen penas o medidas de seguridad a las conductas que pudieran tener tanto las personas físicas o jurídicas y que pudieran lesionar los derechos de los demás.

Esta rama del derecho es la encargada de establecer qué conductas pueden lesionar los derechos de una persona, también de una persona jurídica y de establecer dichas consecuencias legales.

Por ejemplo, a través del derecho penal podemos defender la reputación de nuestra empresa si atentan a nuestro honor o se nos difama. 

¿Cuáles son las fuentes del derecho penal?

Las fuentes del derecho penal se encuentran establecidas en el Código Civil Español.

En este caso, las fuentes que se establecen en su artículo 1 son la ley, la costumbre, los principios generales del derecho y todas aquellas normas jurídicas que se incluyan en los tratados internacionales siempre que se hayan incorporado al ordenamiento interno a través del BOE.

Principios del derecho penal

El derecho penal se rige por los siguientes principios:

• Principio de legalidad: En este principio se establece que todas aquellas conductas que se castiguen mediante una sanción jurídica deben de estar recogidas en una norma escrita para que los ciudadanos la conozcan. No habrá delito si este no se encuentra recogido en ninguna norma.
• Presunción de inocencia: Este es uno de los principios más básicos del código penal y también de los más conocidos. Siempre se presumirá que la persona acusada no es culpable del delito y corresponderá a la otra parte acreditar y demostrar la culpabilidad de esta.
• Principio de igualdad: El principio de igualdad dictamina que no puede existir ningún trato de favor en ninguna persona. Todos somos y debemos de ser iguales ante la ley.
• Principio de irretroactividad: Cuando se juzga un delito más adelante del año en el que se ha cometido no se le podrá aplicar, en el caso de exista, la reforma del año en el que se está juzgando. 
• Non bis in idem: Este principio nos indica que no se puede juzgar un mismo delito dos veces. Para que este principio sea efectivo deberá de cumplir tres requisitos. El mismo autor del delito, el mismo delito y, por supuesto, la misma víctima.
• Principio de proporcionalidad: Un principio sencillo que establece que la sanción que se le imponga al condenado deberá de ser proporcionada al delito que ha cometido.

Ámbitos que cubre el derecho penal y que afectan a la reputación

El Código Penal tiene tipificados dos delitos que atentan contra el derecho al honor, lo que podría afectar a la reputación de nuestra empresa. Estos delitos son la calumnia y la injuria. Para que estos delitos puedan considerarse como tal se deben de cumplir una serie de requisitos.

Lo primero es haberse hecho públicos a gran escala. Por ejemplo, una nota de prensa en un diario o haber difundido cierta información por internet. Evidentemente cuanto más peso y recorrido tiene el delito más peligroso puede ser para nuestra reputación.

Antes de que exista una querella contra estos delitos, la víctima, es decir, la empresa sobre la que se ha atentado su reputación, deberá de haber intentado un acto de conciliación con la parte que está llevando a cabo la calumnia o la injuria.

Es importante tener en cuenta que solo el ofendido podrá llevar a cabo la denuncia. Estamos hablando de un delito contra el honor por lo que se trata de un delito privado, es decir, nadie más podrá denunciar este hecho si no es la empresa afectada.

Estos delitos prescriben en el plazo de un año. También es necesario tener en cuenta que si el acusado se retracta o se arrepiente de sus actos podrá pedir perdón. Si el ofendido se lo concede la pena de prisión se extinguirá. Recordemos que estamos hablando de derecho penal por lo que la vía de la cárcel es algo de lo más habitual en estos casos.

Algunos de los delitos más habituales que se suelen cometer en estos casos es la divulgación de información privada de la empresa, ya sea procedimientos o fotos y vídeos de carácter privado sin consentimiento o saltándose un acuerdo de confidencialidad.

Las grabación y difusión de conversaciones privadas, así como atribuir acciones delictivas a una empresa a sabiendas de que no es cierto lo que se está contando. En este último caso el único propósito es el de generar una crisis de reputación y dañar a la empresa.