Un ciberataque puede poner en peligro la información confidencial de empresas, gobiernos y ciudadanos de a pie.
La cuestión es que muy poca gente comprende la magnitud que puede alcanzar un acontecimiento de este tipo y sus consecuentes problemas. Quedaros aquí para conocer qué es un ataque informático y por qué puede ser tan peligroso.
¿Qué es un ciberataque?
¿Tienes fotos, vídeos, reseñas o noticias negativas que esté afectado tu reputación online? Te podemos ayudar a eliminar o desplazar el contenido nocivo, contáctanos sin compromiso.
Desde que cada vez son más las empresas que operan a través de internet el número de ciberataques ha aumentado.
Un ciberataque es un conjunto de acciones hostiles que se llevan a cabo contra sistemas de información como bases de datos o redes computacionales.
El objetivo de estos ciberataques es variado.
Básicamente se pueden llevar a cabo simplemente para perjudicar a particulares o empresas o, lo que suele ser más habitual, contar con el propósito de robar o espiar información.
Una vez que se consigue robar o secuestrar esa información podemos seguir añadiendo delitos al ciberataque. Esto se debe a que lo más habitual más adelante suele ser proceder con una extorsión o chantaje de cara a poder rescatar la información o liberarse del ataque.
Tipos de ataques informáticos
A pesar de que puedan compartir un mismo objetivo es un hecho que existen diferentes tipos de ataques informáticos.
Seguro que estás familiarizado con algunos de los ataques informáticos más habituales. Esto suele deberse a que suelen ser de lo más frecuente entre usuarios particulares. En este caso estamos hablando de ataques como los virus, los gusanos, los troyanos o el spyware.
Otros ataques más sofisticados sería un ataque DDoS o el Ransomware. Precisamente este último suele ser de los más utilizado de cara a secuestrar y encriptar datos para luego solicitar un rescate por ellos.
Por otro lado, otros ataques como el Phishing se basan en la inocencia del usuario para acabar cayendo en las redes del engaño. Existen diferentes formas de luchar contra cada uno de los ataques informáticos, pero, desde luego, una de las más recomendadas es siempre la información y el conocimiento acerca de como proceden cada uno de ellos.
A continuación, los ataques informáticos más comunes:
- Malware: El término deriva del inglés malicious software, software malicioso cuya finalidad es infectar y dañar un equipo, aunque también puede bloquear componentes de la red u obtener información del usuario. El spyware, los troyanos y los gusanos son malware famosos.
- Phishing: Este método se ha extendido mucho y suele usarse para ataques personales. Funciona de la siguiente forma: el usuario recibe un correo o un mensaje de una fuente que parece confiable. Pero en realidad, el mensaje contiene malware capaces de rastrear la actividad del usuario y robar información delicada, como contraseñas, datos bancarios, contenido multimedia, etc.
- Denegación de servicio: Este tipo de ataques se lanzan contra plataformas y redes con tráfico para obstaculizar su flujo. Los recursos del servidor y el ancho de banda se agotan, por lo que los servidores no pueden procesar solicitudes legítimas. Lo más normal es que este tipo de ataques se lancen desde múltiples dispositivos a la vez.
- Inyección de SQL: También conocido como “inyección de lenguaje de consulta estructurado”, este tipo de ataque consiste en un código malicioso que se cuela en un determinado servidor. Dicho código hace que se revele información cifrada y, casi siempre, delicada.
¿Cuáles son las consecuencias de un ciberataque?
La primera consecuencia de un ciberataque son los daños propios que esto causa. Esta es la parte más visible del problema y de la que derivan el resto de consecuencias.
Estos daños propios son de lo más variados. Para un particular puede suponer la pérdida de una información al tener que formatear su disco duro, mientras que para una empresa puede suponer que se tenga que paralizar la producción.
Evidentemente, de estos daños se desprenden los daños económicos. Esto se debe a que el arreglo del equipo tiene un coste y, por supuesto, que una empresa no se encuentre produciendo como debería también es algo que puede pasar factura.
Las consecuencias de un ciberataque van más allá de los daños propios. Los daños a terceros también son algo de lo que preocuparse ya que acabará repercutiendo negativamente a la empresa.
Por ejemplo, si nos han robado información sensible que pertenece a un cliente, nosotros somos los principales responsables de la pérdida de esa información. Esto puede suponer un problema para el cliente si le han robado su contraseña, cuenta o la información que sea.
La nueva normativa respecto a la Ley de protección y tratamiento de datos es un claro ejemplo de lo peligroso que puede ser para una empresa perder los datos de sus clientes.
Por último, tampoco debemos de olvidar que otros de los daños más habituales que se sufre es el reputacional. Da muy mala imagen que una empresa haya sido atacada de esta forma y su reputación corporativa se ve afectada. Esto se traduce como un síntoma de debilidad y es posible que futuros clientes pierdan la confianza en nosotros.
¿Diferencias entre un ciberataque y un delito informático?
A pesar de que muchas personas lo confunden, un ciberataque y un delito informático no son lo mismo. Mientras que un ciberataque es un delito informático, no todos los delitos informáticos son ciberataques, lo vemos mejor con un ejemplo.
El ciberataque, como hemos visto, son las acciones que se llevan a cabo contra los sistemas informáticos de terceros. Un ciberdelito es un delito que se lleva a cabo a través de internet. Los ciberdelitos no persiguen siempre un beneficio económico, ya que pueden buscar, por ejemplo, el acoso o hostigamiento.
Habitualmente los ciberdelitos tampoco requieren de conocimientos informáticos avanzados como si lo requiere un ciberataque. Uno de los ciberdelitos más habituales es el acoso online que se lleva a cabo a través de aplicaciones de mensajería. Como se ve, se trata de un delito para el que no se requieren apenas conocimientos de informática para cometerse.
Ejemplos de ciberataques
A lo largo de la historia la importancia de determinados ciberataques ha permitido que estos sean recordados para la posteridad.
Un ejemplo de ello fue WannaCry, un ransomware que se expandió a una gran velocidad por internet llegando a inutilizar más de 200.000 ordenadores en 150 países durante 4 días.
Otro de los más famosos fue NotPetya/ExPetr, un gusano que también se expandió a una gran velocidad y que cifraba todo lo que encontraba a su paso, convirtiendo a los ordenadores en una auténtica locura.
Finalmente, otro de los más peligrosos fue Stuxnet. Este malware tenía la peculiaridad de viajar oculto a través de memorias USB llegando a infectar ordenadores que ni siquiera estaban conectados a internet.
Un ciberataque es algo común a pesar de que no estemos en contacto con ellos. Es por eso que si has sufrido algún tipo y necesitas eliminar información de Internet puedes contactar con nosotros y te ayudaremos.