Cuando se trata de un negocio siempre es mejor prevenir que lamentar, sobre todo cuando son temas de reputación. Cuando se trata de relacionarnos con empresas es fundamental hacer una Due diligence reputacional.
En este artículo te vamos a mostrar todo lo que debes de saber acerca de la Due Diligence reputacional.
¿Qué es la Due Diligence reputacional?
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La Due Diligence reputacional es el proceso de buscar información sobre la situación en la que se encuentra un particular individuo o una organización. La información que se suele buscar tiene que ver con los antecedentes penales, laborales, así como diferentes registros financieros o comerciales.
La información que se puede buscar también se encuentra limitada dependiendo del país en donde se lleve a cabo, ya que no se puede buscar tanto como probablemente gustaría debido a las diferentes leyes.
¿Por qué se hace una Due Diligence reputacional?
Realizar una Due Diligence es fundamental cuando se trata de trabajar con alguna otra empresa o algún individuo en concreto.
Esto se debe a que, al relacionarnos con ese otro ente, es posible que se nos pueda asociar de forma negativa si el ente en cuestión con el que estamos trabajando tiene esa fama.
Vamos a verlo mejor con un ejemplo.
Imaginémonos que somos una empresa que se dedica a la venta de zapatillas y apostamos por vender nuestro producto en unos nuevos grandes almacenes. Si estos grandes almacenes cuentan con una mala imagen, por ejemplo, porque no tienen respeto por el medio ambiente o tratan mal a sus empleados, nuestro producto podría verse perjudicado así como nuestra reputación online y empresarial.
Si los consumidores asocian nuestra maca a esos grandes almacenes, no solo porque vean que se vende en estos, si no porque hacemos publicidad o ven que trabajamos con ellos codo con codo, es posible que piensen que las malas prácticas que se dan en esos negocios también se dan en el nuestro.
Lo mismo sucede si vamos a promocionar un producto y elegimos a un influencer que se ha visto envuelto en cualquier tipo de polémica. Esto se puede entender mejor con los casos de los futbolistas. Siempre que ha salido algún escándalo a la luz, estos profesionales acaban perdiendo patrocinadores.
La razón como ves es bastante simple, ninguna empresa quiere que se le relacione con un profesional o con ninguna otra empresa que se encuentra salpicada por cualquier tipo de escándalo o crisis de reputación.
Cuando el problema ya ha sucedido todo el mundo es consciente de lo que ha pasado. Sin embargo, la Due Diligence está precisamente para todo lo contrario, para encontrar o saber del problema cuando no existe tanta información acerca del mismo y se encuentra en estado latente, una forma estupenda de poder prevenir un problema en el futuro.
Que se busca en una Due Diligence reputacional
Cuando estamos llevando a cabo una Due Diligence reputacional lo que estamos buscando son todos esos trapos sucios que se deben de conocer. Con trapos sucios nos referimos a toda la información que afecta de forma negativa al ente en concretro.
Por otro lado, también nos puede servir para saber si es buen pagador revisando sitios como Asnef, como se relaciona con sus socios o la forma de trabajar que tiene. Con la Due Diligence reputacional vamos a buscar también que temáticas suponen un riesgo corporativo para nuestra empresa para evitarlas.
Con esta investigación deberíamos de tener claras las temáticas con las cuales se puede vincular nuestra marca y saber lo que se dice de nosotros y los motivos por los cuales se dice.
Conocer bien todos estos aspectos nos evitará problemas futuros por lo que un primer paso debería de ser evitarlos siempre que sea posible.
Cómo evitar problemas durante una Due Diligence reputacional
Cuando se lleva a cabo la Due Diligence reputacional debemos de analizar todos los aspectos en los que podría verse influida nuestra reputación de cara a trabajar con un nuevo socio.
La mejor forma de evitar estos problemas es directamente no trabajando con ese socio en concreto si sabemos que nos puede acabar afectando negativamente a corto plazo.
Es precisamente esta la función de la Due Diligence reputacional, conocer los problemas a los que podríamos enfrentarnos en el futuro si decidimos seguir adelante con nuestra propuesta de trabajo. Si sabemos lo malo que nos puede venir de aquí en adelante estaremos mucho mejor preparados para poder evitarlo.
Debemos de evitar toda relación que pueda poner en entre dicho la reputación de nuestra empresa.
Una buena reputación es algo que tarda en conseguirse bastante pero que puede arruinarse con muy poquitas malas decisiones.
Llevar a cabo estos estudios de Due Diligence es fundamental para evitar que esto nos pase y así no tener que sufrir las consecuencias negativas de una mala reputación debido a la toma de decisiones de otros. La mejor forma de evitar dichos problemas es cortar por lo sano y elegir otra alternativa.