¿Qué es el Ciberbullying y cómo prevenirlo?

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El ciberbullying es el uso de medios digitales – como smartphones, tablets, ordenadores, … – para acosar psicológicamente a otras personas. Es un problema de la era digital y que, si ya de por sí es grave, lo es más aún cuando implica a menores de edad y se origina en el entorno escolar.

Si quieres saber cómo proteger a tus hijos en Internet, a algún amigo o familiar, o eres tú mismo quién está pasando por una situación de ciberacoso, en este artículo te contamos todo sobre este fenómeno y qué medidas adoptar para afrontarlo.

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¿Qué es el Ciberbullying o Ciberacoso?

El ciberbullying o ciberacoso es un tipo de bullying indirecto que se realiza a través de las nuevas tecnologías y redes sociales.

Este tipo de interacción se basa en establecer una conducta de forma intencionada con el objetivo de dañar o vejar a otra persona, en la que se instaura una relación de desigualdad entre ambas partes, es decir, la parte agresora tiene dominancia sobre la parte agredida, y manteniéndose en el tiempo.

Estas características propias del acoso se ven matizadas cuando hablamos del uso de las nuevas tecnologías. Aunque siempre existe una relación de desigualdad, debemos tener en cuenta que el factor desencadenante puede ser una foto, un comentario o un contenido que se haya publicado sin intención de dañar a nadie, pero que el acoso se haya derivado de un mal uso de esa publicación por parte de una tercera persona.

Por ejemplo, si un amigo o incluso el propio individuo cuelga o envía a alguien una foto, un vídeo, etc., no tiene por qué implicar que se quiera humillar a esta persona, pero un tercer sujeto sí puede hacer un uso diferente al pretendido con la intención de hacer daño.

Debemos tener presente también que lo que es publicado en Internet puede ser visto por muchas personas – gran parte de ellas desconocidas – y en cualquier momento, de forma que una sola situación de acoso puede tener repercusión en diferentes intervalos de tiempo.

En estos casos de ciberacoso, la víctima suele tener una sensación de indefensión mayor que en otros tipos de agresiones, ya que el ataque puede llegar en cualquier momento y desde cualquier lugar, no sabiendo ni cuándo va a suceder ni por parte de quién se va a producir. Además, a diferencia del bullying tradicional, en el ciberbullying el acosador puede ser anónimo.

Causas del Ciberbullying

  • Auge de las redes sociales e Internet. Redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram, …, aplicaciones de mensajería como WhatsApp o Skype o servicios de mensajerías como Gmail, Hotmail, etc., son medios que nos permiten comunicarnos de forma rápida y sencilla, pero que al mismo tiempo nos introducen en un mundo virtual en el que quedamos a merced de las buenas o malas intenciones que otros puedan tener hacia nosotros.
  • Fácil acceso por parte de los niños y adolescentes. A día de hoy nuestros hijos saben, casi de forma innata, cómo utilizar Internet. Es por eso que el hecho de que accedan de forma autónoma y muchas veces sin vigilancia por nuestra parte, los convierte en presas fáciles dentro de este mundo virtual tan difícil de controlar.
  • Falta de control de padres y profesores. Nosotros como padres y los profesores como profesionales somos las figuras de autoridad de niños y adolescentes, por lo que es aconsejable tener un cierto control sobre las actividades que hacen nuestros hijos/alumnos en la red. Cuando no hay control sobre esto, es mucho más fácil que se den este tipo de actos de violencia y acoso.
  • Falta de educación en valores. Si nosotros educamos a nuestros hijos enseñándoles la importancia de tener presente valores como el respeto, la tolerancia y la empatía, es menos probable que desarrollen conductas violentas hacia otras personas con el fin de causarles daño.

Consecuencias del Ciberbullying

Aunque los peor parados siempre son las víctimas de los acosadores, el ciberbullying tiene consecuencias negativas para todas las partes implicadas; agresores, víctimas y observadores.

Algunas de las consecuencias derivadas del ciberbullying que han sido demostradas son:

  • Las víctimas de ciberbullying tienen mayores probabilidades de padecer síntomas depresivos y de ansiedad, problemas de comportamiento y consumo de drogas.
  • Las víctimas de ciberbullying ven menguada su autoestima, empeoran sus resultados académicos y/o laborales y disminuyen sus relaciones sociales, llegando incluso en ocasiones a auto-culpabilizarse de la situación.
  • Las propias víctimas de ciberbullying pueden convertirse en acosadores.
  • Las víctimas sufren sentimientos de ira, rabia, tristeza, frustración e impotencia.
  • Los ciberacosadores suelen tener mayor probabilidad de falta de empatía, comportamientos antisociales, absentismo escolar, consumo de drogas y conducta delictiva.
  • Suicidio.

Los 7 tipos de Ciberbullying

El ciberacoso engloba varios tipos de acoso conocidos, como son:

  • Acoso psicológico. Según la RAE, el acoso psicológico es «el trato vejatorio y descalificador hacia una persona, con el fin de desestabilizarla psíquicamente». El acoso psicológico atenta contra la dignidad y el derecho al honor de una persona. Se denomina así porque siempre conlleva maltrato psicológico y abuso emocional. Es un largo proceso en el que la persona pierde su autoestima y seguridad en sí misma, no siendo plenamente consciente de que está siendo humillada y de que se están vulnerando sus derechos fundamentales.
  • Acecho o Stalking. El acoso físico consiste en la persecución ininterrumpida a un sujeto con el que se pretende establecer un contacto personal contra su voluntad. Este tipo de acoso es un trastorno que sufren algunas personas y que las lleva a espiar a su víctima, llamarla por teléfono, seguirla por la calle, enviarle mensajes o cartas, regalos, etc.
  • Grooming. Es una forma de acoso en la que un adulto se pone en contacto con un niño, niña o adolescente con el fin de ganarse su confianza poco a poco para luego involucrarle en una actividad de carácter sexual. Esta práctica puede tener distintos niveles de interacción, desde hablar de sexo hasta llegar a mantener un encuentro sexual. Es un proceso en el que se produce un vínculo de confianza entre la víctima y el acosador, donde este intenta aislar poco al poco al menor apartándolo de su red más próxima (familia, amigos, profesores, etc.) y generando un ambiente de secretismo e intimidad.
  • Sexting. Es una actividad que consiste en enviar mensajes, fotos o vídeos de contenido erótico y sexual personal a través del móvil mediante el uso de aplicaciones de mensajería instantánea o redes sociales, correos electrónicos u otro medio de comunicación. Aunque no puede considerarse una forma de acoso en sí mismo, un mal uso puede derivar en problemas graves si no consideramos debidamente los riesgos a los que nos exponemos.
  • Acoso laboral o mobbing. Hace referencia a la situación en la que un trabajador o grupo de trabajadores ejecutan acciones violentas psicológicas sobre una persona en el lugar de trabajo, de forma sistemática (al menos una vez a la semana) y durante un tiempo determinado (más de seis meses), llegando en ocasiones a sucederse «accidentes fortuitos» o agresiones físicas, en los casos más graves. El acoso laboral puede aparecer en cualquier momento, afecta igualmente a hombres y mujeres y no entiende de jerarquías laborales.
  • Acoso sexual. La directiva 2002/73/CE del Parlamento Europeo define como acoso sexual: «La situación en que se produce cualquier comportamiento verbal, no verbal o físico no deseado de índole sexual con el propósito o el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo». Aunque el acoso sexual puede perjudicar a personas de ambos sexos, estadísticamente la mayoría de denuncias son de mujeres.

Cómo prevenir el Ciberbullying

Algunas de las estrategias de prevención que podemos llevar a cabo son:

  • Cuida la información que subes a tus redes sociales, con quién la compartes y delante de quién accedes a tu cuenta;
  • No prestes a nadie ni tus contraseñas ni accesos a tus cuentas;
  • Lleva un control de tus cuentas e identifica si dispositivos desconocidos se han conectado a tu cuenta;
  • Si eres víctima de ciberbullying, coméntalo con tus personas más allegadas, como familia, amigos, pareja. Ellos te ayudarán a encontrar una solución;
  • No ejecutes contra nadie aquellos comportamientos que no quisieras para ti mismo;
  • Utiliza los mecanismos de reporte de redes sociales y mensajería instantánea si los están utilizando con el fin de hacer daño y/o acosar;
  • No permitas que crezca. Si te están molestando, detenlo antes de que la bola se haga más grande;
  • Es importante adquirir hábitos para un uso responsable, saludable y seguro de las redes sociales y las nuevas tecnologías.

Cómo prevenir el ciberbullying en las redes sociales

  • Fomentar el cuidado de la privacidad personal. Es recomendable que cada cierto tiempo cambiemos las claves de las redes sociales para aumentar su protección, revisar la lista de contactos que tenemos y eliminar a aquellos que no son de confianza o que apenas conocemos. Establecer un perfil privado en las opciones de privacidad y tener siempre muy presente la información que se comparte y quién tiene acceso a ella.
  • Promover buenos hábitos respecto a la protección de la privacidad de los demás. Pedir permiso para etiquetar en fotografías en las que aparezcan otras personas y hacer uso de esas etiquetas siempre de forma positiva, no con el objetivo de dañar, insultar o humillar a otra persona.
  • Potenciar los valores en los contenidos virtuales, como puede ser el respeto a las diferencias, la honestidad, la empatía, etc., de forma que se puedan mejorar las relaciones interpersonales y evitar así el acoso.

Además de todas estas medidas, las distintas plataformas como Facebook, Instagram o Twitter, ofrecen la posibilidad de que sus usuarios puedan notificar cualquier tipo de acoso que se esté produciendo en la red social.

En estos artículos te explicamos paso por paso cómo denunciar contenido en Facebook, cómo denunciar contenido en Instagram y cómo denunciar contenido en Twitter, entre otros relacionados que puedes encontrar en nuestro blog y que pueden servirte de ayuda.

Reflexión final

Hay mucho que hacer todavía, especialmente si tenemos en cuenta la evolución constante de la tecnología y de las redes.

Las nuevas generaciones nacen en un entorno cada vez más digitalizado, por lo que las políticas preventivas que se aplican en la actualidad deberían estar presentes desde los primeros años escolares de nuestros hijos.

De igual modo, es necesaria también una mayor formación al respecto en aquellos sectores profesionales que traten este tipo de casos.

Este fenómeno es relativamente reciente, de forma que es necesaria la creación de medidas y protocolos que sean más efectivos y que puedan ayudar a acabar con esta lacra, mejorando la seguridad y la calidad de vida de todos como sociedad.

¿Consideras que se deberían reforzar los protocolos que se aplican en la actualidad frente al ciberbullying? Déjanos tu opinión o cuéntanos tu experiencia en el apartado de comentarios.

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