Revenge porn o pornovenganza: ¿qué es y cómo evitarlo?

porno venganza

A pesar de que las nuevas tecnologías como Internet han mejorado la vida de muchas personas, también son causantes de nuevos problemas. Uno de estos problemas es el del revenge porn, también conocido como pornovenganza.

Si has sufrido alguna vez una porno venganza o quieres saber de primera mano en que consiste y como puedes protegerte y actuar contra ella, en este artículo vas a encontrar todo lo que necesitas para poder superar este problema.

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¿Qué es la pornovenganza y en qué consiste?

La pornovenganza se produce cuando una persona difunde contenido sexual gráfico de una persona sin el consentimiento de esta. Desgraciadamente esta es una práctica bastante habitual y cada vez son más las denuncias que recoge la policía.

La pornovenganza puede darse de diferentes formas.

Una de las clásicas se da cuando una pareja mantiene relaciones sexuales y esta se graba o se realiza sexting. La grabación no tiene porque ser necesariamente a escondidas y, de hecho, perfectamente podría estar consensuada.

El problema de la pornovenganza reside cuando una de las partes decide hacer público dicho material o amenaza con publicarlo. El objetivo habitualmente suele ser el de humillar a la persona, aunque también es bastante habitual la sextorsión con el objetivo de conseguir un determinado propósito.

En otras ocasiones, la grabación directamente se produce a escondidas, en donde una de las partes de la pareja es ajena a dicho vídeo. Por otro lado, por supuesto que esto no solo se produce en situación de pareja, el material puede ser utilizado por una ex pareja para conseguir un propósito o incluso por parte de un tercero.

Imagínate que tienes en tu dispositivo móvil o en tu ordenador vídeos propios de contenido sexual.

Estos vídeos pueden ser robados por piratas informáticos para pedirte un rescate por ellos. Esta práctica es también bastante habitual, se suele publicar un vídeo o foto y se amenaza con publicar el resto si no se paga el pertinente rescate.

¿Es porno venganza, sexting o sextorsión? Cómo identificarla

El término «sexting» procede de la unión de los términos ingleses “sex” y “texting” y es relativo al envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles. El sexting es el envío de imágenes y videos de contenido sexual entre personas que se realiza de manera voluntaria.

La sextorsión o extorsión sexual consiste en la amenaza de revelar información íntima sobre una víctima, a no ser que esta pague al extorsionista.

Una pornovenganza siempre es un acto no consentido.

Si una pareja se graba teniendo sexo y luego quiere compartirlo en internet en las páginas para adultos correspondientes, es libre de hacerlo siempre y cuando ambas partes estén de acuerdo.

Ese acuerdo, esa situación de conformidad es la que no existe por parte de una persona cuando se trata de la pornovenganza. Por otro lado, como estamos hablando de una extorsión, no necesariamente se tiene que publicar la foto o el vídeo en Internet para estar cometiendo dicho delito.

Pongámonos en el caso de que se nos ha robado un material privado y nos lo hacen llegar a nuestro ordenador en un correo donde nos piden un rescate. A pesar de que paguemos el rescate por el miedo de que el vídeo se publique en internet y este no se acabe publicando fruto del “acuerdo” obtenido, sigue tratándose de una pornovenganza.

En resumen, todo lo que se encuentre ligado a la sexualidad privada de una persona y se pretenda sacar un fin sin su consentimiento, sería pornovenganza.

Recuerda también que la extorsión no siempre es monetaria. Independientemente de si piden dinero o no, siempre que la persona que extorsiona saque un beneficio personal con ello será pornovenganza.

Es delito compartir imágenes o vídeos privados

Rotundamente sí. De hecho, esta pornografía no consentida está reconocida como violencia de género.

No se puede publicar, distribuir, ni siquiera puede almacenar un tercero para su uso privado ningún material de contenido sexual nuestro sin consentimiento.

Actualmente se sigue luchando para que se endurezcan las penas por el delito de pornovenganza. La razón que se esgrime es que, en la gran mayoría de ocasiones, los problemas que causa la pornovenganza son bastante inferiores a la pena que se imputa por el delito.

Estamos hablando de personas que se han suicidado después de que su material privado se difundiera y viera la luz. Desde luego es una presión demasiado grande que se acaba teniendo que soportar por toda la vida.

¿Qué hacer en caso de pornovenganza?

Hay que empezar diciendo que no se trata de una decisión sencilla.

Enfrentarse a una pornovenganza es algo bastante duro para lo que nadie está preparado. Precisamente por esto, una de las partes más importantes para hacer frente a la pornovenganza es apoyarse en los familiares y los seres queridos.

En el caso de que seas una víctima de la pornovenganza lo primero que tienes que hacer es ponerte en contacto con las autoridades. Denúncialo ante la policía o la Guardia Civil y podrás darte cuenta de que realmente hay muchas personas más en tu situación, lo que puede ser un alivio.

Nunca cedas al chantaje del extorsionador.

Una persona que te está haciendo dicho chantaje no te va a poder ofrecer ninguna garantía de que, aunque pagues o accedas a lo que pide, acabe publicando tus fotos o vídeos en internet. Mantente firme y deja actuar a la policía en estos casos.

Llegado a este punto debes de valorar la posibilidad de que el material se acabe difundiendo.

Tal vez sea el mejor momento para solicitar ayuda profesional y empezar a prepararse para la situación que está por venir ya que será posible eliminar el vídeo de Internet.

Déjate ayudar y cuidar, las personas que te quieren van a estar contigo en todo momento y vas a poder apreciar todo su cariño.

Finalmente, te recomendamos que en el caso de que se haya publicado el contenido, trates de alejarte lo máximo posible de los espacios digitales. Trata de evitar las redes sociales, las noticias, la prensa… cualquier cosa que se encuentre difundiendo la noticia o te ayude a recordar que es lo que está sucediendo.

Tal vez necesites alejarte un tiempo del lugar en donde pasó.

Valora tomarte un descanso, desconectar durante unas vacaciones y, sobre todo, trata de centrarte en lo que puedes controlar. La gran mayoría de estos aspectos escaparán a tu control, por lo que no debes de angustiarte con ello, hay que seguir adelante.

Piensa que el tiempo todo lo cura y que, seguramente la persona que te ha hecho ese daño lo va a acabar pagando. La gente te verdad te va a apoyar y vas a descubrir que existe gente maravillosa a tu alrededor.

¿Qué pasa si la persona que difunde tus imágenes privadas es menor de edad o es tu cónyuge o pareja?

La ley establece en el artículo 197.7 P2 que la pena se impondrá en su mitad superior cuando los hechos hubieran sido cometidos por el cónyuge o por persona que esté o haya estado unida a él por análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, la víctima fuera menor de edad o una persona con discapacidad necesitada de especial protección, o los hechos se hubieran cometido con una finalidad lucrativa.

Si alguien difunde una imagen o grabación de una persona, aunque haya sido obtenida con su consentimiento, si atenta gravemente a su intimidad se incurre en responsabilidades penales. No se debe tener consideración porque ese material se obtenga en el transcurso de una relación.

¿Cómo evitar caer en una porno venganza?

Evitar una pornovenganza no es sencillo, pero puedes minimizar los riesgos de sufrirla tomando algunas de estas precauciones:

  • Lo primero, lo más obvio, sería no compartir ningún tipo de contenido tuyo sexual a través de internet. Por otro lado, si lo tienes, es recomendable que el dispositivo de almacenamiento no cuente con conexión a internet, recuerda que pueden robarte el material a través de la red.
  • Muchas parejas comparten contenido sexual por la red. Esto no tiene que ser necesariamente malo, es una forma más de poder disfrutar de la sexualidad. Si estás valorando hacerlo, primero trata de analizar el nivel de confianza que tienes con esa persona. No será lo mismo mandar una foto tuya a tu pareja de hace seis años que al chico que conociste anoche.
  • Por último, si decides mandar la foto, procura proteger tu identidad al máximo. Esto es más sencillo de lo que parece. Manda una foto de tu cuerpo en donde no se te vea el rostro o cualquier otro signo que te pueda identificar.
    Con estos signos nos referimos a los tatuajes, piercings o cualquier otro rasgo identificativo por el cual se te podría distinguir. Si consigues mantener todas estas señas a salvo, por mucho que suban la foto, seguramente nadie podrá reconocerte en la red.

La porno venganza es algo realmente horrible que puede sucederle a cualquiera que no haya tomado precauciones. Si estás con problemas de este tipo te aconsejamos que contactes con nosotros y te ayudaremos a eliminar ese contenido de Internet.

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